Articulo

Autocuidado en personas mayores, cuál es su importancia?

Los cambios naturales y problemas de salud que experimenta el adulto mayor se traducen en la declinación de sus capacidades funcionales. Si se desea aumentar los niveles de funcionalidad del anciano, se deben detectar en forma anticipada aquellas situaciones presentes en el adulto mayor que coloquen en riesgo la mantención de ella, con la ayuda de instrumentos creados específicamente para este fin.
Actualmente se asocia a estas características el concepto de Fragilidad definido como el riesgo que corre una persona de edad avanzada, en un momento dado de su vida, de desarrollar o aumentar sus limitaciones funcionales o algunas incapacidades. Esto implica la pérdida de reservas fisiológicas y sensorio-motrices, que afecta la capacidad para mantener el equilibrio con el medio y/o restablecerlo luego de eventos negativos. Se refiere a la capacidad de la persona respecto de su autovalidación y se lo distingue de fragilidad social, el cual involucra sólo algunos aspectos de los incluidos en éste.
Parte de la disfunción es consecuencia del propio envejecimiento. Sin embargo, cada vez se comprende mejor que muchos de estos problemas se relacionan con hábitos poco sanos como el alcohol, tabaco, dieta inadecuada y vida sedentaria. Los factores ambientales como los agentes infecciosos y tóxicos y los peligros físicos como el suelo irregular o la mala iluminación también contribuyen a una disminución funcional.
El conocimiento de estos factores del entorno y la posibilidad de prácticas de autocuidado, no sólo pueden evitar el ingreso a la fragilidad sino que también son modificadores de la salida de este estado fisiológico de haberse instalado, evitando la discapacidad o que ésta progrese. (Gutierrez Robledo, L.M.).
Lo ideal es ayudar a vivir hasta una edad suficiente, manteniendo una función prácticamente óptima hasta los días de la muerte.
El ser humano, como ser social, en todas las etapas de su vida está intercambiando experiencias y conocimientos con su medio, por tanto el aprendizaje no es algo exclusivo de los grupos jóvenes de la población (DPS). Los adultos mayores de igual forma pueden continuar en este proceso de aprendizaje como educandos, pero la perspectiva desde la cual se les eduque debe ser diferente, esto es, adecuarse a las características personales por las que está atravesando en esta etapa de su vida (Carstensen).
A través del proceso educativo, las personas de la tercera edad pueden incorporar a su vida diaria, conductas para la salud física, social, mental y espiritual que favorecerán su calidad de vida, tendiendo a abandonar los estilos y conductas que le son perjudiciales.
Algunos adultos mayores no sólo son capaces de realizar actividades para el autocuidado,sino que pueden también colaborar en el cuidado de otros ancianos. Así como analizamos que la estimulación del „autocuidado‟ en el anciano, modifica la situación de fragilidad fisiológica impidiendo o postergando la discapacidad, también observamos que al incorporarsela familia a su cuidado, se facilita desde la práctica la resignificación de la identidad personal del anciano y de sus familiares.
El autocuidado involucra, además de los profesionales de la salud, vecinos, amigos, voluntarios, centros de jubilados y a toda la comunidad en general. Esta última debe ser parte activa en la promoción de autovalidez para prevenir las dependencias tan temidas en la vejez, estando preparada para brindar el asesoramiento necesario.
Para fomentar el autocuidado podemos hacerlo a través de la educación verbal o escrita, cartillas médico - preventivas, para la calidad de vida, etc. El conocimiento adecuado de los servicios de salud también fomenta el autocuidado.

“El adulto mayor, NO debe ser destinatario pasivo de los servicios de salud, sino que debe convertirse en el foco o centro de esos servicios. Es necesario tener en cuenta que todo aumento significativo en el bien estar físico, mental o social depende en gran medida de la determinación del individuo y de la comunidad de ocuparse de sí mismos”.
Halfdan Mohier - OMS
 

¿Dónde puedo aprender sobre Autocuidado del adulto mayor?

Desde Gerontologica.com te sugerimos el Curso de formación para Cuidadores Familiares y el Autocuidado de los adultos mayores, de 2 meses de duración. El director del curso, Prof. Dr. Hugo Valderrama, referente a nivel internacional en geriatría y gerontología, director de la Licenciatura en Gerontología a Distancia de la Universidad Católica de Santa Fe, vuelca sus conocimientos y experiencias de más de 30 años en una lectura amena y de fácil comprensión.