Comunicación de los hijos con personas mayores
PROMOCIÓN DE LA COMUNICACIÓN EN LOS ANCIANOS
Decir algo a una persona no significa que automáticamente reciba o comprenda el mensaje en la forma en que el interlocutor pretendía.
El desarrollo y el intercambio en la comunicación continúan a lo largo de la vida. Una comunicación eficaz es esencial para la independencia, la adaptación, la socialización y los sentimientos de satisfacción y bienestar de uno mismo. Cuando falla la comunicación, las necesidades de la persona anciana no son satisfechas y aumenta el estrés en los demás.
El fracaso de la comunicación amenaza las relaciones interpersonales satisfactorias con la familia, los amigos y los cuidadores profesionales. La rotura de las relaciones lleva al aislamiento social y, finalmente, a un fracaso adicional de la comunicación. Cuanto más tiempo viven las personas, más probable será que cambie la comunicación junto con los cambios biológicos, psicológicos y sociales que forman parte del envejecimiento normal.
CAMBIOS FISIOLÓGICOS “NORMALES”
En algunos adultos muy viejos, el efecto acumulativo de estos cambios relativamente menores es suficiente para precisar una adaptación por parte de la familia y amigos, respecto a sus intercambios de comunicación. Los problemas de la comunicación que puede experimentar el anciano son los siguientes:
- Dificultades para encontrar palabras
- Disminución de la fluidez (generación) y flexibilidad (elementos)
- Lentificación global de la velocidad.
- Cambios de calidad en la voz.
- Articulación imprecisa.
CAMBIOS ANORMALES
Los trastornos graduales en la comunicación, la memoria, el juicio y la orientación se producen en algunos adultos muy viejos, incluso en ausencia de una demencia específica. La comunicación de los ancianos con trastornos cognitivos es bastante diferente de la de aquellos que han sufrido un ictus u otras lesiones focales del sistema nervioso central. En los
ancianos que tienen procesos asociados con la demencia, los cambios son más evidentes, aunque, a menudo, los pacientes no son conscientes de sus dificultades.
Los problemas de comunicación asociados con cambios cognitivos suelen empeorar al final del día, cuando el paciente está cansado y cuando los intercambios de comunicación son frecuentes y complejos. Las características más comunes de la comunicación relacionadas con un cambio cognitivo comprenden las asociadas con la comprensión, la memoria y la expresión. Algunos problemas de comunicación asociados con cambios cognitivos son los siguientes:
- Mal reconocimiento y comprensión
- Problemas de memoria semánticos —episódicos
- Disminución de la fluidez y flexibilidad (graves)
- Sobreutilización de pronombres sin referentes claros
- Repetición frecuente, desencadenada por la presencia visual de un recuerdo duradero.
- Disfraz verbal.
CUESTIONES PSICOSOCIALES
Ciertos problemas de comunicación acompañan a menudo a la depresión, algunos son similares a los que aparecen en la demencia pero se pueden observar otros como:
- Retirada comunicativa
- Descenso en la cantidad y complejidad de la comunicación.
- Dependencia del lenguaje corporal y otras señales no verbales.
- Una comunicación ineficaz conduce al conflicto y estrés para el anciano y el cuidador. Puede llegarse a minimizar el conflicto mediante estrategias facilitadoras de la comunicación.
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN
- Etiquetar los sentimientos que expresa el paciente.
- Reconocer los mensajes no verbales como intentos de comunicación.
- Evitar las preguntas “por qué”.
- Confirmar o validar primero lo que el anciano dice para aclarar que le entiende y, a continuación, pedirle que diga más.
- Hacerse responsable del fracaso en la comunicación e intentar corregirlo.
- Decirle al anciano lo que sea necesario para entenderle, por ejemplo, que hable más alto, que nos mire, que hable más despacio o que nos haga indicaciones apuntando o con gestos.
- Aliviar la tensión con humor dirigido hacia uno mismo.
AMBIENTE DE COMUNICACIÓN
- Favorecer el ambiente de comunicación. Reducir el ruido de fondo procedente de fuentes como la radio, la televisión, otras personas que hablan y platos que hacen ruido Colocarnos a la altura de los ojos con nuestra pareja anciana, cara a cara. La lectura de las expresiones faciales y los labios facilita la audición y/o la comprensión.
- Descender el tono de nuestra voz. Un tono bajo cuesta menos esfuerzo y facilita la escucha.
- Disminuir la velocidad del habla. Una velocidad más baja es relajante y da más tiempo al anciano para procesar y comprender los mensajes hablados.
- Reducir la complejidad de nuestro lenguaje. Las frases complejas y largas son más difíciles de procesar. Ser cuidadoso, sin embargo, en no “tratar como a un niño” al anciano. Incluso aunque la conducta del anciano sea infantil, ser respetuoso y dignificar la conversación hablando a los ancianos como adultos.
- Escuchar de una forma activa.
- Una comunicación eficaz es una comunicación satisfactoria; precisa tiempo, planificación y práctica.
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