Cuidador de ancianos, aspectos éticos
- Conocer el anciano bajo su cuidado desde el punto de vista físico, psicológico, social y ético – religioso.
- Propender al diálogo y conocimiento de la familia del anciano, con la finalidad de brindarle apoyo.
- Estructurar prioridades de asistencia, para el cuidado global del envejeciente
- Recordar que la relación interpersonal, suele ser tan importante o más que los fármacos.
- Esforzarse por mantener niveles elevados de idoneidad en su trabajo.
- Reconocer la necesidad de una educación continua.
- Conocer su campo de acción, sus límites de incumbencia y limitaciones.
- No difundir prácticas y/o conceptos reñidos con la ética profesional (“prácticas milagrosas”).
- Fomentar el compañerismo para con los cuidadores y la totalidad del equipo interdisciplinario
- Consultar, colaborar y apoyar a otros profesionales e instituciones en la medida necesaria para servir a los mejores intereses de los receptores de servicios.
- Colaborar con propuestas y acciones para mejorar la calidad de vida, no sólo de los ancianos que cuidan, sino también de la comunidad toda.
- Procurar y trabajar para mitigar las causas del sufrimiento humano, tratando de aliviar, acompañar y mejorar la calidad de vida de los ancianos, fortaleciendo su autovaloración y autocuidado, evitando las institucionalizaciones innecesarias y los malos tratos físicos como mentales (la tarea del cuidador es una cuestión de humanidad, además de técnica).
- Educar para la prevención de enfermedades y la promoción de la salud.
- Favorecer la vida sin olvidar que existe la muerte.
- En la atención al paciente terminal, velar por la tranquilidad, confort y seguridad del beneficiario, aliviar y mitigar sufrimientos y mortificaciones artificiales, cooperando con los familiares y otros para atender sus deseos.
- Es contrario a la ética apoyar medidas que contribuyan a acelerar la muerte, cualquiera que sea la circunstancia. Recuerde que la muerte digna es un derecho que asiste a toda persona.
- Evitar subjetivizar situaciones y conductas observadas.
- No divulgar hechos concernientes al anciano que cuida o de su familia (secreto profesional).
- No hacer declaraciones que sean falsas o engañosas.
- Tratar de clarificar con el anciano y los familiares, los roles que están desempeñando y de funcionar según esos mismos roles.
- Evitar las relaciones duales inadecuadas y potencialmente dañinas (intromisiones, interferencias, divulgación de la vida personal, conflictos familiares, lealtades, alianzas, secretos, etc.)
- Tener en cuenta el derecho del anciano de proteger la intimidad de su cuerpo y emociones cuando es interrogado o examinados por los integrantes del equipo de salud.
- No encubrir tratos crueles, inhumanos o degradantes que atenten contra su integridad física y moral.
- Otorgar el debido respeto a la dignidad y el valor de todas las personas y no participar en prácticas discriminatorias.
- En el ejercicio de la profesión adherir a los Principios de las Naciones Unidas a favor de las personas de edad
- Mantener una línea de conducta en lo moral y formal
- Reconocer que sus problemas y sus conflictos personales pueden interferir con su eficacia. En consecuencia evitar realizar una actividad cuando se sabe que es probable que dañe al beneficiario o su familia.
- No anteponer nunca lo económico a lo ético y lo vocacional
Extraído del Curso de Cuidador de Ancianos de Gerontologica.com
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