Del trabajo a la jubilación
Los 60-65 años no deberían marcar una barrera absoluta entre la actividad profesional y la inactividad. Sin embargo la jubilación brusca, a modo de guillotina plantea un cambio drástico en la vida de las personas, con disminución de sus ingresos y modificaciones del rol social. Cada vez es más importante la preparación para este cambio, a fin de prevenir síndromes como el de la “jubilopatía”, con depresión, insomnio, cambio de carácter, etc.
En algunos casos los jubilados continúan realizando tareas intelectuales, manuales y artesanías, lo que les permite reintegrarse a la sociedad activa, manteniendo gran parte de su potencial psicofísico, además de un ingreso económico extra.
También observamos muchos adultos mayores que desempeñan otros roles activos, que abarcan los más variados matices, desde “abuelos - educadores” hasta la participación en grupos que promueven la integración y la recreación o la promoción de cambios sociales.
¿Dónde puedo estudiar PsicoGerontología?