Duelo vs Enfermedad
No debe considerarse al duelo como una enfermedad, con lo cual no requiere de un tratamiento específico de ninguna índole.
Como se vio anteriormente presenta síntomas o reacciones que son propias y esperables por la situación de dolor y sufrimiento que la persona atraviesa. Simon, Stierlin y Wynne afirman que: “quien experimenta una pérdida, inevitablemente sufre. El grado en que lo afecta esa pérdida es variable y dependerá de muchas y diversas circunstancias”. Con lo cual queda claro que toda persona que vivencia un duelo no puede evitar el dolor y el sufrimiento, el duelo en sí mismo trae aparejado sufrimiento que se manifiesta de distinta manera en cada persona. En palabras de Worden, “es imposible perder a alguien a quien hemos estado estrechamente vinculados sin sentir cierto nivel de dolor”.
Es un proceso en el cual quien sufre una pérdida luego de un tiempo logrará por sí sola reacomodarse a la nueva situación, sin poder contar con el objeto querido o deseado, y perdido y seguir viviendo de la mejor manera posible.
El sentido que tiene la consulta profesional es la búsqueda de significados alternativos que hagan más tolerable el dolor, el sufrimiento que parece insuperable, insoportable. Es muy importante afirmar que lo que resulta insoportable del dolor es la ausencia de sentido, o bien de significados que resulten aceptables.
Si el duelo sigue el curso normal y no se transforma en un duelo patológico no es necesario recurrir a un tratamiento psicológico, pero si comienzan manifestaciones que dejan de ser lo esperable para transformarse en señales de alerta es importante y necesario realizar una consulta con el profesional idóneo.
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