Articulo

Ocupación en el adulto mayor

Los individuos experimentan y expresan significado en sus vidas por medio de sus ocupaciones. Las ocupaciones no sólo tienen significado por sí mismas sino en relación con otras ocupaciones y en la completa organización de la vida.
En este estudio se considera el concepto de Ocupación como parte fundamental del quehacer del ser humano y se consideran los tres tipos o áreas de ocupación definidos según la Asociación Americana de Terapia Ocupacional:
Actividades de la Vida Diaria: abarcan el autocuidado, las tareas domésticas, el mantenimiento del espacio vital, el manejo y mantenimiento de los recursos económicos y aquellas conductas adecuadas para el acceso a los distintos recursos del entorno (compras, desplazamientos, viajes).
Actividades Productivas: actividades de trabajo remuneradas o no, es decir, aquellas que proporcionan un servicio a la sociedad (a un miembro, a varios o al conjunto).
Actividades de Esparcimiento: actividades llevadas a cabo por propio gusto, como celebrar, participar en juegos, deportes, o cultivar pasatiempos.
El ideal ocupacional se ve reflejado por un equilibrio, el cual corresponde a una distribución balanceada de tiempo entre actividades de la vida diaria, productivas, esparcimiento y descanso. Este equilibrio se manifiesta también cuando las habilidades coinciden con la ocupación, el deseo y las necesidades del individuo y de su ambiente.
La Teoría de Actividad elaborada por George Maddos en el año 1974, plantea que mientras mayor número de roles o actividades ocupacionales posea la persona, según entra en la edad avanzada, mejor resistirá los efectos desmoralizantes de salir de los roles obligatorios a los que ordinariamente se les da prioridad en la vida adulta.
La etapa de prejubilación, según el Psiquiatra Francisco Alonso Fernández, es un período en el cual la persona no sabe cómo organizar el tiempo libre del cual dispone, siendo esto, un factor predisponente de problemas y trastornos mentales. El hecho de disponer de mayor cantidad de tiempo libre en la tercera edad, produce una cierta desestructuración temporal de las actividades diarias, ya que la jornada laboral era considerada como eje alrededor del cual se organizaban dichas actividades; siendo esta actividad la que permitía que el uso del tiempo tuviera un propósito, y que durante su transcurso existiera la oportunidad de interactuar con otros. En consecuencia, la jubilación marca ‘un corte’ en las posibilidades de interacción social, aunque en ocasiones ocurre lo contrario.
Luego de la jubilación, algunas ocupaciones son ‘redescubiertas’ cuando se pierden las viejas estructuras de vida. Es así como las tareas domésticas y los roles conservados son enfrentados de modo distinto, produciéndose, en la mayoría de los casos, una mayor valoración y dedicación a éstos.

Al llegar a la vejez, el ser humano lleva consigo su pasado; tiene un futuro cuantitativamente pequeño, pero su presente es el mismo, aunque en ese momento, dicho presente tiene ya la riqueza de la vida. Ésta puede ser la diferencia entre envejecer con éxito o sin él. Si se vive ese presente intensamente, desvelando las potencialidades pendientes, se continúa el avance personal, a la vez que se redescubre y se integra a sí mismo con su medio familiar, social y ambiental, dando curso a la conciencia ecológica.
El mayor se enriquece así, ya que a su pasado asumido se suma su presente convertido en fuente de oportunidades, y también su futuro, que orienta, aunque tenga que construirlo día a día, hacia metas importantes para él, que es quien las selecciona de acuerdo con su desarrollo personal y de acuerdo con la libertad que le proporciona el tiempo.
Los sentimientos asociados al hecho de jubilarse varían según la interpretación dada a este hecho. Para quienes se jubilan es una experiencia negativa, el sentimiento predominante es el dolor, el desconcierto y la sensación de inutilidad. En otros casos, existe armonía y aceptación. La modalidad más adecuada para que el adulto mayor encare esta nueva etapa, es la conformación de un proyecto de vida personal y la realización de actividades alternativas que le den a su vida un sentido de valor y trascendencia (incorporación a grupos, cursos o actividades laborales independientes).

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La Gerontología como ciencia es relativamente novedosa, y su importancia radica en la necesidad de abordar la problemática de la población adulta mayor, que ha experimentado un crecimiento demográfico exponencial. Sumada a este crecimiento poblacional, se presenta la realidad de las personas mayores que, a diferencia de lo que ocurría hasta hace muy poco tiempo, experimentan condiciones de vida mucho más plenas y autónomas. Su objetivo, entonces, no es solo la prolongación de la vida sino que su preocupación es mejorar la calidad de esa vida.

Es por esto que afirmamos que la gerontología debe abordarse como un estudio multi e interdisciplinar que se nutra de los aportes de distintas áreas del conocimiento. La biología, la sociología, la psicología, la antropología, la demografía, la educación, la teología, la arquitectura, y otros campos del saber contribuyen en hacer de la gerontología un campo del conocimiento independiente.