Personas mayores: Los "Maestros de la Vida"
En base a la Introducción del Documento de la Iglesia Católica, Kofi Annan (Secretario General de las Naciones Unidas) expresó en la Jornada Mundial de los Ancianos, que se trataba de promover una sociedad que, lejos de caricaturizar a los ancianos como enfermos y pensionistas, los considere por el contrario, agentes y beneficiarios del desarrollo.
La Iglesia se adhirió plenamente a esta iniciativa y, a través del Consejo Pontificio para los Laicos, hizo público un documento para dar una dimensión evangélica a la celebración. En este documento se afirma que las personas mayores tienen mucho que decir y pueden dar mucho a la vida de la sociedad. El Consejo Pontificio afirma que la tercera edad constituye la memoria de la comunidad y que posee una visión completa de la vida gracias a la experiencia.
Juan Pablo II hizo redactar un documento, que lleva por título La dignidad del Anciano y su Misión en la Iglesia y en el Mundo, en el que se plantean los desafíos de “la revolución silenciosa”:… "El alargamiento de la duración media de la vida, por un lado, y el descenso a veces dramático de la natalidad, por otro, han originado una transición demográfica sin precedentes, que ha dado literalmente la vuelta a la pirámide de la edad que se presentaba no hace más de cincuenta años: el número de los ancianos en crecimiento constante, mientras que disminuye el de los jóvenes".
Esta especie de “revolución silenciosa”, que va mucho más allá de los datos demográficos plantea problemas de orden social, económico, psicológico, cultural y espiritual, cuya amplitud es desde hace tiempo objetivo de atención de la comunidad internacional
LOS MAESTROS DE LA VIDA
La propuesta que realizó la Santa Sede respecto al fenómeno antes mencionado, cada vez más evidente en la sociedad occidental, es clara : "Recordando el respeto de la dignidad humana y de los derechos fundamentales de la persona anciana, así como la convicción de que los ancianos todavía tienen mucho que decir y pueden dar mucho a la vida de la sociedad, desea que la cuestión sea afrontada por parte de todos: personas individuales, familias, asociaciones, gobiernos y organizaciones internacionales, según las competencias de cada uno, y en conformidad con el principio importantísimo de la subsidiariedad".
El texto rebosa cariño y respeto por las personas que llegan al ocaso de la vida y entre sus objetivos está es el de ayudar a la sociedad a comprender el secreto de la juventud del espíritu, que se puede cultivar a pesar del paso de los años.
Asimismo en el documento se menciona que corregir la actual representación negativa de la vejez es un compromiso cultural y educativo que debe involucrar a todas las generaciones.
“Los ancianos tienen mucho que enseñar a la sociedad. Del anciano se puede aprender la memoria. Las generaciones más jóvenes van perdiendo el sentido de la historia y con él, el de la propia identidad. Una sociedad que ignora el pasado corre el riesgo de cometer con facilidad los mismos errores”.
En el documento se mencionan como carismas la visión completa de la vida y la gratuidad, la experiencia y la interdependencia.
"Nuestra vida está dominada por la prisa, la agitación y a veces por la neurosis. Es una vida distraída, que se olvida de los interrogantes fundamentales sobre la vocación, la dignidad, el destino del hombre. La tercera edad es también la edad de la sencillez, de la contemplación. “
Los valores afectivos, morales y religiosos vividos por los ancianos son un recurso indispensable para el equilibrio de la sociedad, de las familias, de las personas... El anciano entiende muy bien la superioridad del ser sobre el hacer o el tener. En definitiva, las sociedades humanas serán mejores en la medida en que sepan beneficiarse de los carismas de la vejez.
Prof. Dr. Hugo Valderrama
Deseas formarte en Geriatría y Gerontología?
En Gerontologica.com tenemos una amplia oferta de Cursos de Geriatría y Gerontología para que puedas formarte y especilizarte en tus propios tiempos y horarios en forma online.